lunes, 24 de mayo de 2010

tORCIDO de un título antes de escribir.

Tu mano recorre mi pierna, toma mi trasero, suavemente, sube por mi espalda y me da descanso.
Tu mirada me desnuda en un instante, y yo, me dejo desnudar por ella, y aunque no la correspondo a la primera, si ruboriza mi cara.
Me das un masaje, tus manos me tocan diferente que otras manos, no hay dureza, son ásperas sí, pero me presionan de tal forma que apenas puedo sentirlas pero despiertan mis más sutiles fibras sensibles.
Me relajo y ya no solo es la espalda, bajas un poco mi pantalón y besas mi espalda y un poco mas abajo.
Lo demás, historia, firme cuerpo, es historia de una vez.
De esas cosas que no repiten, que no siquiera pasan, que se formaron un día, se imaginaron, se olvidaron, se maliciaron, y hoy causan una risa de “no es cierto”.
Veamos, piel blanca como la leche. Suave y ala medida de mis manos. Te quiero y te extraño!
YUN

No hay comentarios: