martes, 19 de septiembre de 2017

Dolor

Me duele la vida. Me duele la soledad encontrada y validada. Me duele no tener un por qué en esta vida. Me duele que te hayas robado mi vida. Cuando inexplicablemente sientes un dolor que te parte el pecho, que no sabes de dónde viene y tampoco a dónde va, son esos momentos que me dan para abajo bien cabrón. Las lágrimas no salen pero duelen y taladran la cabeza como vidrios, espinas, fuego u otra cosa que infringe dolor. Y tan lejos, tu tan lejos, y quiero que me abraces y desvanecerme en tus brazos, llorar hasta que no pueda mas, aunque te rías de mi por hacerlo, te juro que ahora mi cara de llanto ha cambiado y a peor. Vacía retumban mis pensamientos donde calan hasta morir. Esto no está valiendo la pena.