Bajo y hondo

Me derrito ojos profundos que no cruzan los míos. Cambio actitudes para no mezclar sentimientos. Lloro en lo profundo, sonrío en el exterior, sigo peinando mi cabello, pinto mi cara y muestro el pecho. Me paro de manos y solo me falta tocar el pandero. Invento y me reinvento y sigo sintiendo feo. Los días no ayudan y las noches menos. Un vaso con agua para tragarme mis penas. Si tan solo me permitiera darme un respiro. Soy dura conmigo misma y no acepto debilidad. Quiero esconderme en un caparazón tan duro como mis sentimientos y termino insegura en el rincón de mi cuarto. Cama vacía que anhela estés en ella como un par de veces lo has hecho. Mis zapatos cansados de dar pasos sin rumbo, suelas que no saben donde pisan intentan no vencerse ante el mal tiempo. La lágrima corre mi rimel, muñeca fea desgastada por el sol. Este hombro duele con la lluvia y mis oídos me están jugando una mala pasada y hacen que esté perdiendo el equilibrio. Beso frío a la pared, abrazo seco a mi almohada. Sueño con tu rostro y sonrío. Mañana un nuevo día, esperando salga el sol antes que termine de derretirse mi alma. Sonrisa de algunos al verme caída y decepción de muchos al no poderme levantar.

YUN