domingo, 24 de febrero de 2019

Enojo total

La mañana es fresca como lo han sido los últimos días, al abrir la puerta se siente el fresco aroma de los arboles, las flores, el día nuevo en sí, todo de golpe en mi cara, la puerta se cierra y es la ultima oportunidad del día que tengo para verme completamente.

Ya no hay desayuno en el camino, ya no tiene sentido la comida, no hay antojo, no hay deseo por algo, y cuando algo me llama, lo rechazo porque de seguro no es nada bueno.

Y las horas, unas tras otras, anuncian que ya es la hora de la comida, la opción es la mas fácil, ahí mismo comer, las veces en que disfruto lo que me dan son pocas.

Que importante es la compañía para disfrutar las cosas, y por el momento no tengo a nadie.

En ocasiones me animo, pero son las menos, y me peleo mas de tres veces conmigo por tomar lo que quiero, de comer o de beber, son pocas las veces en que gano.

Hoy quería unos roles, ya sean de canela o glaseados, aunque sea el paquete de dos, y calentarlos, Olvídalo! eso jamas pasará! Y los chocolates con cerezas en su interior? Entrar a una de las deliciosas panaderas de la ciudad están prohibidas.

Y el día termina y no hay para qué comer.

Pero al paso hay reflejos y espejos, en todos hay una imagen que odio y que dice que dejar de comer no es la solución porque no ha servido de absolutamente nada

Hoy en día estoy enojada con todo y con todos, y la comida es con la que mas.

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