La dicha de tu abrazo
mezcla pura de tu amor.
Tu piel tocando la mía
húmeda tan deseable.
Sueños lindos en los cuales
habitamos solo TU y YO.
Solo Tu para MI
y YO para TI.
Solo sueños divinamente matizados
con chispas de realidad
serena y vibrante.
Déjame estar a tu lado.
Que sea tu beso
quien me despierte de mi sueño.
Que sea tu mano
quien me recuerde que sigo viva.
Y será mi corazón quien
te grite que te ama.
Será mi amor.
Glez.
Yunuén González Medina
Domingo 20 de mayo del 2001
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