Mírame y dime lo que TU vez,
que esta nube no me permite razonar.
Goza con mi debilidad ausente
de todo tipo de defensa hacia ti.
Quita tus ojos de donde
yo los pueda ver.
Mueve tus manos a donde
yo no las pueda tocar.
Mantén tu boca lejos de donde
yo pueda oír lo que dice.
Qué no entiendes que tu presencia
me aniquila y derrite,
y mis fuerzas se desvanecen.
Ahora soy yo quien te pide
que tus pasos caminen
en dirección contraria a los míos.
Donde tu ausencia me permita recordar :
que este ser decadente solo vive POR TI.
Yunuén González Medina
Jueves 12 de abril del 2001
No hay comentarios:
Publicar un comentario