viernes, 4 de junio de 2010

Estirar ó corazón de piedra. . .

Estar a sólo estirar mi mano y tocarte, no me detuvo mi fortaleza, ya que no lo soy, me detuvo el pánico por un rechazo que no estoy preparada a soportar, que me da miedo me arroje a la locura. Respiro tranquilamente, me refugio un momento en tus brazos y de golpe me separo, no quiero sentir mas de lo que estaba sintiendo, sintiendo que no valían mis sentimientos, tragarme todo y seguir.
Noche de mounstros, sueño lleno de vueltas.
Me he levantado con el corazón endurecido, sintiendo lo menos para sufrir lo poco.
No solo por pensar que no debe dolerme el no estirar esa mano, endurecido a no importarme si alguien me dice “te quiero” y yo responder entonces con indiferencia, endurecido a no permitirme sentir.
En general los sentimientos, dentro de la forma en que nos hacen palpitar el corazón, a veces duelen, en algún momento dolerán, entonces me permite ser dura para estar tranquila, y si ahorita esa es la forma como puedo arreglar un poco mi vida, lo tomare, y apostaré a ello por un tiempo, necesito descanso y aliviar mi dolor físico y descansar de lo emocional.
Hoy tranquila porque no hay dolor.
YUN

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