Tengo que huir de ti, volteo a todos lados, la noche esta oscura, no hay luna, hace mucho frío y mis ropas son pocas. Doblo la esquina, mi respiración se agita, es exageradamente acelerada, la adrenalina esta al máximo, sudo frío, y un calor me invade como pequeñas descargas eléctricas.
Tengo mucho miedo, me refugio en un árbol porque no puedo dar ni un paso mas.
El sueño me ha vencido, me dormí por un par de horas, pero me levanto y estoy a salvo todavía, empieza a amanecer, creo que podré salir de aquí sin ser reconocida; por la calle se ve más gente y puedo pasar entre ellos como una más.
El miedo sigue, y ahora es mayor, a esta hora me estarás buscando por todos lados, sabrás ya que me fui, y si eres listo, sabrás también que no llevo más que lo que traigo puesto, he dejado el anillo de bodas en el buró junto a los aretes de nuestro ultimo aniversario y las perlas de la boda. Sabes que de eso nunca me desprendo, pero ahora no quería arrastrar conmigo esta farsa de tantos años. Mi bolsa se quedó intacta, la nota de la tintorería está a la mano para que recuerdes de pasar por tus trajes, toda mi vida contigo se ha quedado ahí, en el buró de nuestra recamara.
No puedo respirar siento ahogarme, pero debo seguir si quiero en verdad huir…
Ya han pasado tres días desde que decidí recuperar mi libertad, en esta tranquila ciudad de provincia no tienen idea quién soy, de dónde vengo o qué vida de martirio he pasado, no sabes de golpes y violaciones. Ya tengo trabajo y ya empiezo un nuevo futuro, se ve tranquilo, pero hoy sobre todo, se ve sin ti.
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