Mi cuerpo duele y me grita que él tampoco puede seguir.
Un dolor que me ha dado este fin de semana en la parte frontal del hombro derecho, arribita del pecho, y duele cuando jalo aire, el cuerpo por un momento no quiere respirar, y diario yo no quiero respirar.
La espalda se siente como si tiraran de ella para cada lado en cada mitad.
Una semana sin frutas, pocas verduras, cansada de comer, harta de una guayaba, sin querer ver siquiera una manzana.
Nada quiero y nada me quiere a mi.
Este corazón empieza a dejar de latir por todo, por nada.
Por mis venas ya no corre vida.
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