lunes, 29 de junio de 2009

Por siempre

Tranquilamente despiertas en la mañana, el aire es tan frío, particularmente fresco.
Levantarse y salir a la puerta, los árboles se mueven y el aire tiene un bello sonido.
Una taza de café entre tus manos, tus guantes se aferran fuertemente a ella y tu gorro casi tapa tus ojos.
El primer sorbo es espectacular, se siente como recorre tu cuerpo y te levanta.
Recargas tu cabeza en el marco de la cabaña, a lo lejos esta el, su cabello viene revuelto y sus ojos despiden mas amor que de costumbre.
Un beso roza tu mejilla y su mano toca tus nalgas de tal forma que el café hierve aun más dentro de ti.
No hay palabras por ahora, tu sigues viendo hacia el horizonte, aun ahora sigues dormida, mas dormida que despierta, un escalofrío recorre tu cuerpo al recordar su mano.
Te das la vuelta y en un instante estas a su lado.
Lo llenas de besos y se tumban en el sillón de la sala, en un abrazo son uno mismo y el frío se va desvaneciendo.
La chimenea desde temprano esta prendida.
El sueño te ha vencido de nuevo, él te deja recostada placidamente y se levanta a hacer algo de comer.
El olor te despierta ó es el sol que llega de la ventana, pero no quieres comer.
Por ahora solo quieres estar sentada, las rodillas recogidas, tus manos las envuelven, tu barbilla se sostiene con ellas y sólo lo contemplas.
Se dibuja en tu cara, tu mente aun con sueño, una sonrisa al verlo moverse, canta y baila mientras hace cuanta cosa en la cocina, de vez en vez voltea a verte, pregunta por tu estado y tu respondes mandándole un beso.
Quisieras que ese momento, que ese instante, que esos dias que han vivido no terminen, sean así para siempre, sean así eternamente, y ciertamente, el desea lo mismo.
Sus miradas se entrelazan.
Tu barbilla aun sostenida con las rodillas se siente pesada.
El voltea para recordarte aquel día, cómo no recordar cuando…
Tu rostro no tiene color, y tu cuerpo ya no tiene aliento.
El se da cuenta al instante, apaga la lumbre y va a tu lado.
Estas tan fría como nunca hubiera él querido.
Te recuesta en el sillón, la maniobra ha tumbado tu gorro, ahora ya no es necesario.
El acaricia tu cabeza calva, blanca como la nieve, la besa.
Ya todo ha terminado.
Su amor ha partido, pero su corazón seguirá por ella, siempre intacto.

Por siempre Te Amo

...YU...

29.06.09

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