Me siento muy cansada, y no son ni las nueve de la mañana. Mi calma últimamente ha estado muy tentadora, como siempre vacía, pero lo suficientemente cómoda como para que quiera yo estar ahí por tiempos prolongados.
Venia hacia mi trabajo, disfrutando del periférico, notando que ahí el sonido de el claxon de los carros se oye menos, la linda vista hacia la gran ciudad y hacia la primavera, poder ver los avances diarios del Templo Mayor que se está levantando majestuosamente, y venia feliz, será que estaba en un estado de sueño que no sabia lo que pensaba.
Por andar tan dormida me salí de mi casa 10 minutos antes de lo normal para llegar a mi trabajo con la anticipación necesaria, así que hoy llegue casi media hora antes porque pa colmo, estaba fluidito el periférico y rutas aledañas.
Bueno, el caso es que después de unos días extraños, se avecinan otros extraños también, hoy me siento tranquila, mis enojos han bajado y empiezo a querer perdonar.
23.07.08 . . . Y U . . .
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