Que fuerte el poder de la imaginación.
Mi puño apretado, frente a mi, se abre lentamente, y dentro hay una pequeña luz, muy brillante, que puede tomar la forma que se quiera.
Puedo ver ahí tus ojos, me hace sentir tu brazo en mi cuello, o me recuerda tu voz.
Tal vez, en algún momento puede ser aquello por lo que sueño, por lo que vivo, puede ser las alegrías que me da la vida, el ver la risa de cualquiera de mis niños mis sobrinos, o tal vez esas mañanas llenas de bruma que veo cuando voy a mi trabajo. Puede ser una mueca de aprobación de uno de mis alumnos o simplemente el verte a ti plenamente.
Y cierro el puño, no quiero dejar escapar esta luz, no se en qué momento y en qué forma la podré necesitar.
Acerco el puño a mi oído, se siente paz, emoción de lo que pueda haber en ese instante ahí. Incertidumbre que da excitación, serán tus palabras dulces o aquellas frases sucias!
En este momento se disipan las nubes, hay mas tranquilidad, estoy sola pero bien.
He estado tentada a comerme un litro de nieve de alguna variante de chocolate, ann dice que es bueno para la depresión, y a ella yo le tengo mucha fe.
Y vuelve al tema la soledad, no quiero comérmelo sola, pero creo que podré hacerlo con un gran amigo.
Lucho momento a momento contra esto, y cuando titubeo, cuando el miedo me gana entro en pánico.
Soy fuerte aunque yo me grite que no es así, estoy preparada para lidiar con esto, lidiar con esta soledad por un tiempo, o por siempre.
Lo único que necesito es recordar mis palabras, mis letras, y mis frases formadas entre estas líneas la próxima vez que caiga.
Recurrir a la imaginación en un momento de alarma, pensar en las cosas buenas de la vida que pueden estar no mas lejos que el puño de mi mano.
Mi puño apretado, frente a mi, se abre lentamente, y dentro hay una pequeña luz, muy brillante, que puede tomar la forma que se quiera.
Puedo ver ahí tus ojos, me hace sentir tu brazo en mi cuello, o me recuerda tu voz.
Tal vez, en algún momento puede ser aquello por lo que sueño, por lo que vivo, puede ser las alegrías que me da la vida, el ver la risa de cualquiera de mis niños mis sobrinos, o tal vez esas mañanas llenas de bruma que veo cuando voy a mi trabajo. Puede ser una mueca de aprobación de uno de mis alumnos o simplemente el verte a ti plenamente.
Y cierro el puño, no quiero dejar escapar esta luz, no se en qué momento y en qué forma la podré necesitar.
Acerco el puño a mi oído, se siente paz, emoción de lo que pueda haber en ese instante ahí. Incertidumbre que da excitación, serán tus palabras dulces o aquellas frases sucias!
En este momento se disipan las nubes, hay mas tranquilidad, estoy sola pero bien.
He estado tentada a comerme un litro de nieve de alguna variante de chocolate, ann dice que es bueno para la depresión, y a ella yo le tengo mucha fe.
Y vuelve al tema la soledad, no quiero comérmelo sola, pero creo que podré hacerlo con un gran amigo.
Lucho momento a momento contra esto, y cuando titubeo, cuando el miedo me gana entro en pánico.
Soy fuerte aunque yo me grite que no es así, estoy preparada para lidiar con esto, lidiar con esta soledad por un tiempo, o por siempre.
Lo único que necesito es recordar mis palabras, mis letras, y mis frases formadas entre estas líneas la próxima vez que caiga.
Recurrir a la imaginación en un momento de alarma, pensar en las cosas buenas de la vida que pueden estar no mas lejos que el puño de mi mano.
26.07.08 . . . y u . . .
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