Era una tarde de primavera, corría el año 91 y ese día había estado lloviendo desde muy temprano.
Ya habían pasado muchos días y estaba cansada de solo ver el mundo a través de una ventana.
Decidí salir a caminar un poco, ahora que la lluvia había bajado y era apenas visible.
Me puse mi sudadera, subí todo el cierre y me puse el gorro.
El aroma que se respiraba era caracteristico de la época, de la ciudad.
Caminé hasta tu casa, quería saber cómo seguías después de tu semana, del viaje que habías tenido, saber cómo estabas por lo que venía.
No me atreví a tocar a tu puerta, estuve bajo tu ventana por horas, sin tener valor de llamarte.
La lluvia arreció y se consumieron todos los cigarros que estaban en el bolsillo.
Una vez mas me di la media vuelta y emprendí carrera a mi casa.
Con una serie de preguntas y sentimientos que no pudieron salir, que no se expresaron.
Hoy no se levanta mi mirada, y seguirá baja por unos días mas.
Yunuen.xi
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