Levanta la mirada, el auditorio, inmenso y frío esta solo, sube las escaleras y hecha otro vistazo, se para en el centro. Siempre hay palabras y pensamientos y en ese momento se han ido. Abre la boca y no hay sonido emanado de ella. De pronto han dejado de funcionar, sus piernas son dos trapos mojados que no pueden sostener el cuerpo que habitan, manos y rostro golpean contra el brilloso piso y de pronto, seguido de un fuerte gemido, otro y uno mas, empieza a hablar, palabras, pensamientos sonoros, deseos expresados, habla y ya no puede parar, cuando la voz se le ha cansado, cuando ya dijo todo hasta doler, levanta la mirada, sigue la inmensidad y el frío, no hay nadie, una lagrima, nadie le ha oido.
YUN
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