Tengo como cuatro o cinco días en los que me he sentido mal físicamente, mareada, me duelen los ojos, con problemas de equilibrio. No sé qué es lo que traía, pero aunado a eso, tengo tres días durmiendo en el sofá de mi casa porque mi camita ha sido tomada por mi tía Lety.
“Quien de fuera vendrá que de tu cama te echara”… esa frase siempre me la han dicho en Guadalajara cuando año tras año tenía que emigrar de mi cuarto para ceder éste a mis familiares. Pero ante todo, cuando son seres tan queridos ni pesa r da dormir en un sillón con frio el primer día, y cuando uno se abriga resulta que hace calor… bueno, la onda es que no son tantos días, mañana se va mi tía y regresare a mi camita con toooodos mis cojines y mis almohadas y mi muñeca, y mi tele y mi ventilador y mi buro y todo lo que conforma mi cuarto que tanto me gusta.
Y estos días no he salido a mi terraza y no he sentido el aire en mi cara ni visto las estrellas.
Cuando a uno lo sacan de su rutina se resiente.
Hoy especialmente, volviendo a mis malestares antes mencionados, me siento aturdida, y he notado que tengo como 3 días que no hablo mucho, y creo que me urge hablar.
Últimamente no he tenido con quien, o no he querido hacerlo o simplemente no he podido, pero hablo de hablar de cualquier cosa. En la escuela he oído mas de lo que hablo, y justo hoy me hicieron notarlo cuando dijeron que tenía 10 min sin hablar.
El caso es que a nadie le doy gusto, cuando todo el día estoy hable y hable, siempre están pidiendo por mi silencio… y ahora que no hablo BIEN QUE ME EXTRAÑAN.
Tengo muchas cosas que escribir, pero ya no quiero hacerlo. Será mañana cuando me explaye
17.06.08 . . . y u . . .
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