martes, 30 de enero de 2024

Cuencas

 En algún momento pienso, pienso en cerrar los ojos lentamente, con la tranquilidad y tomando el tiempo propio para cerrarlos, porque en ese momento solo quiero darme ese tiempo de cerrarlos, ya así, sentir la cortina de aire entre el parpado y el ojo, estar así como plácida y en paz, en un estado de ingravidez

 Mis dedos empiezan por donde empieza el crecimiento del cabello, bajan a la frente y las cejas, y luego los parpados donde a las yemas se le pasan las ideas que estoy pensando, y sigo por las cuencas de los ojos, mejillas y terminar en mi boca. Mis dedos vuelven a repasarlo todo porque quieren conocer y reconocer los recovecos de mi cara, esa que tiene hoy mas tristeza pero que parece sigue sin arrugas, donde las lagrimas ruedan y caen pesadas, mis oídos y la barbilla. 

 Pero son los ojos los que menos conozco y lo que mas duele, los que quieren estar cerrados y no ver nada de lo que pasa, los repaso muchas veces, ya con ardor y pena.

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