El aire corre tan fresco en el porche de la cabaña, es de esos momentos que quieres que duren mucho tiempo.
Mi café aun caliente calienta mis manos también.
Este paisaje es tan hermoso que me pierdo en su inmensidad.
Hacía mucho tiempo que no había visto una noche tan oscura, hacía mas tiempo que no veía luciérnagas, hacía mas tiempo que no veía una estrella fugaz.
Quedémonos aquí mas días -le dije aun con el cuerpo tan frío como paleta, -no quiero regresar nunca mas si no estas a mi lado.
En ese momento vi en una caja pequeña de madera el anillo mas hermoso que jamas mis ojos habían visto.
-Estemos juntos siempre!, - dijo con esa cara de miedo como quien tiene que decirle a su madre que gasto el dinero del mandado en dulces que ya se habían terminado.
Fuegos artificiales a partir de ese momento, se que no fueron reales pero claro que yo los sentía a cada beso y en cada rose.
El frío cambió a calor en un instante.
Esto si que es hacer el amor, cada poro vibraba en cada respiro, mis pulsaciones al máximo al sentir tu aliento por mi espalda.
Sentirte dentro, sentir tus manos y tus uñas.
Estar en el cielo y ardiendo como en el mismísimo infierno es el paraíso pasional en la tierra.
Desde entonces todo ha cambiado.
Entre en el juego y acepté la apuesta.
Por suerte toco Sol tal cual lo había pedido.
Nunca había sido tan feliz en esta jungla de concreto, es que antes no estábamos juntos, vivía sin ti sin vivir, hoy contigo vivo y ya se lo que es vivir.
Hoy el cielo es sorprendentemente azul, cada momento es diferente y potencialmente mas bello.
Cómo era mi vida antes?, no lo recuerdo y no tengo intención de hacerlo,
Nunca mas voltear atrás,
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